El Instituto Cato, un “instituto de investigación” libertario con sede en Washington, ha elaborado un análisis exhaustivo de las amenazas que plantean las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC), que en muchos países de todo el mundo, incluido Estados Unidos, están explorando ahora para evitar quedarse atrás en la actual revolución tecnológica.
El informe del 4 de abril de 2023, destaca los riesgos y costes asociados a esta tecnología que es tanto innecesaria como invasiva. Por ello, el instituto insta al Congreso a garantizar que el gobierno federal no emita un CBDC.
New: @EconWithNick explodes myths of central bank digital currencies (CBDCs) and exposes the key risks. https://t.co/7lqW18UhG4 @CatoCMFA
— Cato Daily Podcast (@CatoPodcast) April 4, 2023
Aunque las CBDC no benefician específicamente a los estadounidenses o a los habitantes de otras naciones, sin duda suponen una grave amenaza para la privacidad financiera y la libertad económica. Parece que todas estas naciones abogan por la liberación de versiones digitales de sus monedas nacionales en un intento de reforzar el control gubernamental sobre las redes de pago, al tiempo que ponen en peligro la libertad y la privacidad personales.
Los supuestos beneficios de las CBDC son inexistentes, y los riesgos son demasiado altos para ignorarlos.
Los CBDC suponen un nivel de vigilancia inaceptable e inconstitucional
Según el Instituto Cato, un CBDC proporcionaría una conexión directa entre el gobierno federal y las actividades financieras de cada ciudadano, dándole total visibilidad de cada transacción financiera.
Además, los gobiernos y las organizaciones financieras podrán seguir cada transacción, gracias a la abundancia de datos de que disponen.
Los políticos responsables, por ejemplo, pueden intentar reducir el consumo de alcohol limitando las compras nocturnas o prohibiendo su compra a las personas que hayan cometido delitos relacionados con él. Asimismo, los padres podrían programar el dinero del almuerzo de sus hijos con la restricción de que no puede utilizarse para comprar dulces.
“Un CBDC estadounidense plantea riesgos sustanciales para la privacidad financiera, la libertad financiera, el libre mercado y la ciberseguridad”, concluyó el Instituto Cato. “Sin embargo, los supuestos beneficios no resisten el escrutinio”.
El reciente informe del Instituto Cato debería servir de advertencia a quienes impulsan ciegamente la implantación de los CBDC.
Aparte de otros graves riesgos que plantean las denominadas monedas digitales de bancos centrales (CBDC), también impedirían la eficacia de las criptomonedas privadas “descentralizadas”, como Bitcoin (BTC) y las stablecoins.
El lanzamiento de las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC, por sus siglas en inglés) no es más que un desastre a punto de ocurrir y el hecho de que muchos países estén explorando esta pesadilla tecnológica no sólo es preocupante, sino extremadamente aterrador.
Los CBDC son una idea terrible a la que debería oponerse firmemente cualquiera que valore la privacidad y la libertad. Los gobiernos deberían centrarse más bien en mejorar los sistemas de pago existentes, incluidas las criptomonedas verdaderamente descentralizadas, en lugar de presionar para implantar esta innovación “CBDC” invasiva e innecesaria. Los riesgos son sencillamente demasiado altos y los beneficios, inexistentes.
Por lo tanto, es importante que las personas se informen sobre los peligros potenciales de las CBDC y aboguen por soluciones alternativas, como las monedas virtuales, que dan prioridad a la descentralización, la privacidad y la libertad.
