El Fondo Monetario Internacional (FMI) está dando pasos para garantizar el buen funcionamiento de las monedas digitales de bancos centrales (CBDC) a escala mundial. Reconociendo la necesidad de interoperabilidad global, el FMI está desarrollando una plataforma que conectaría las CBDC introducidas por diversos gobiernos de todo el mundo. ¿Qué riesgos financieros podría traer esta nueva tecnología a los individuos?
El objetivo es evitar un vacío funcional que podría llenar el mercado privado criptomonedas, como fue reportado este lunes por Reuters.
EL FMI CONSTRUIRÁ CBDCS A ESCALA GLOBAL
Durante una conferencia celebrada en Rabat (Marruecos), la Directora Gerente del FMI, Kristalina Georgieva, subrayó la importancia de un enfoque unificado respecto a las CBDC.
Georgieva destacó que las CBDC no deben limitarse a las fronteras nacionales, sino que deben diseñarse para facilitar transacciones eficientes y justas entre países. Para lograrlo, el FMI está trabajando activamente en el concepto de una plataforma mundial de CBDC.
Subrayó que las CBDCs deben adherirse a un marco en el que estén respaldadas por activos, de forma similar a las monedas fiduciarias tradicionales. Así diseñadas, las CBDC ofrecen más estabilidad y fiabilidad.
Al garantizar la interoperabilidad mundial a través de la plataforma, el FMI pretende “aprovechar los beneficios potenciales de las CBDC, como el fomento de la inclusión financiera y la reducción de los costes de los pagos”. Sin embargo, está claro que detrás de esta tecnología, el FMI busca un mayor control de las finanzas de las personas. Principalmente de aquellos que han encontrado un camino hacia la libertad financiera a través de las criptomonedas, que no pueden ser controladas por los organismos internacionales. Las palabras de Georgieva son sólo un “caballo de Troya” de lo que realmente busca con la nueva plataforma.
Sin embargo, para evitar la fragmentación y maximizar el potencial de las CBDC, el Fondo Monetario Internacional insta a los bancos centrales a acordar un marco regulador común para las monedas digitales. Georgieva advierte de que no establecer una plataforma de este tipo crearía un vacío que podrían llenar las criptomonedas descentralizadas.
La iniciativa del FMI coincide con el creciente interés de los bancos centrales de todo el mundo, con unos 114 bancos estudiando actualmente la implantación de CBDC y unos 10 a punto de completarla.
PROYECTO PILOTO DE CBDC EN COLOMBIA.
Este desarrollo se produjo cuando el banco central de Colombia, el Banco de la República, anunció recientemente su intención de lanzar un proyecto piloto para probar la viabilidad y los beneficios de un CBDC utilizando el ledger XRP de Ripple.
Este proyecto pretende explorar cómo las CBDC pueden mejorar la inclusión financiera, la eficiencia y la innovación dentro del sistema de pagos del país. Participarán instituciones financieras, proveedores de servicios de pago y empresas tecnológicas seleccionados, la utilización del XRP de Ripple como moneda puente para facilitar las transacciones y liquidaciones transfronterizas es el otro elemento a tomar en cuenta en este proyecto.
EL “BRITCOIN” DEL BANCO DE INGLATERRA
El Banco de Inglaterra (BoE) también avanza en el desarrollo de su CBDC, conocida como “Britcoin”. Tras la conclusión con éxito del Proyecto Rosalind, un estudio de prueba realizado en colaboración con el Banco de Pagos Internacionales, el BoE está más cerca de hacer realidad su visión.
El estudio exploró la aplicación de prototipos de una interfaz de programación de aplicaciones (API) en las transacciones minoristas de CBDC. Los resultados indicaron además que las CBDC tienen potencial para mejorar la eficiencia de los pagos, reducir costes y permitir la creación de productos financieros innovadores.
Mientras las monedas digitales de los bancos centrales (CBDC) siguen ganando impulso y atrayendo una amplia atención, su efectividad debería ser cuestionada críticamente. Las CBDC, al estar controladas por bancos centrales, pueden no ofrecer el mismo nivel de descentralización y privacidad que las criptomonedas nativas. Los activos digitales, como Bitcoin o Ethereum, ofrecen mayor autonomía, seguridad y potencial para la innovación financiera.